Pepo, de Radical Ducati, encontró esta Sport 750 completamente destruida allá por el 92 en el jardín de un amigo. Era el sueño de su vida, poseer una de las motos mas míticas que han pisado cualquier asfalto.
Así que se puso manos a la obra.
Tuvo que rehacerla por completo.
Moldes para piezas incontrables,pelearse durante cuatro meses con los pistones...solo el sabe por lo que pasó. Pero el resultado fue increíble, como se aprecia en las fotografías.
Años mas tarde fue vendida a un holandés que ha su vez, con los años, se la vendió a un museo británico.
No, esta historia no tiene final feliz....
Pepo la echa de menos....
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