Sons of Anarchy.

"‘Sons of Anarchy’ es, como ‘The Wire’, ‘Studio 60’ o “A dos metros bajo tierra’ una serie que algunos ignoran o desprecian sencillamente porque no la conocen, como la cocina de vanguardia o el yoga. Mal hecho. ‘Sons’ está ahí desde hace ya casi dos años y hay muchos que aún no se han acercado a ella. Y deberían. Suerte la suya, por otro lado, pues tienen dos temporadas completas que verse (como yo las cinco primeras de ‘Lost’, aunque ésa es otra historia), con episodios como el titulado ‘Albification’, que es de ésos que conservas durante años. Brutal, duro, inolvidable. No sorprende que ese episodio precisamente (el primero de la segunda temporada) tuviese unas cifras de audiencia enormes, muy superiores a lo esperado. ‘Sons of Anarchy’ es una serie que se crece a medida que avanza. Como todas las producciones que ofrece últimamente FX Networks, no es una serie fácil, y no intenta gustarle a todo el mundo. Esto que en España sería considerado un fallo (pues una serie tiene que gustarle a toda la familia, como los juegos de Educa) es la baza ganadora de algunas de las mejores series de la historia. No todo el mundo las disfruta (es más: no todo el mundo las soporta), pero los que conectan con ellas son más de lo que parece, y demuestran una lealtad a prueba de bombas, aparte de que la carencia de concesiones al “público familiar” suele implicar mayor calidad.

La lealtad es precisamente uno de los conceptos que explora ‘Sons of Anarchy’. Está ya muy desgatado el adjetivo-palabro “shakespeariano”, pero en este caso su aplicación es más que justa, pues pocas series han revisado con tanto talento las obsesiones de los dramas clásicos: la familia, el honor, el poder, la sangre, la traición, la tentación, la culpa... En vez de situarlo todo en realezas imaginarias, ‘Sons of Anarchy’ nos lleva al peculiar universo de una banda ilegal de moteros californiana. Como un ‘Hamlet’ fronterizo, un ‘Macbeth’ en el desierto, con cuero y Harleys. Y con un personaje que no desentonaría junto a la reina Gertrudis o la retorcida señora de Macbeth: la Gemma Teller Morrow interpretada por la gran Katey Sagal, una pasada de personaje y una pasada de actriz. Todo esto hace de ‘Sons of Anarchy’ una gran serie, distinta a la mayoría y tremendamente adictiva. Intensa, compleja y nada complaciente.".-Alberto Rey.El Mundo.es.